1. Patrones sistémicos y neurobiología:

Los patrones sistémicos tienen una resonancia directa con la neurobiología. Según investigaciones de la neurobiología, publicados en el libro REC de Frabicio Baillarini cuando alguien se muere se lleva consigo los recuerdos de la tribu, de la familia, del equipo, de la empresa.

El cerebro es muy perezoso (para sobrevivir más sin gastar energía), y cuando percibe que en el entorno cotidiano hay alguien que se especializa en realizar una actividad o en recordar ciertos datos, sabe que dicho conocimiento está a su alcance con lo cual no busca memorizarlo.  No dedica energía a procesarlo. Es como si alguien en la pareja es experto en recordar los cumpleaños, pues la otra persona olvida los cumpleaños para ahorrar energía. Quizás se dedique a recordar las recetas de cocina o se vuelva muy bueno en recordar calles y direcciones.

Igualmente, en una empresa, en un grupo humano que tiene un vínculo vital (resultados por ejemplo) o en una familia, existen roles relacionados con especializaciones que implican que no toda la memoria colectiva se centre en uno o en pocos individuos.  De esta manera, y no solo por carácter personal, existen personas que se dedican unas a lo relacional, otras a las tareas y otras a imaginar el futuro (Comunicar, Hacer y Pensar).  Cuando una de estas personas expertas en una de estas áreas desaparece, toda la organización comienza desesperada a buscar quién es el depositario de la “información” de esta persona para que no desaparezca pues puede ser una amenaza para todo el conjunto. Esta colección de conocimientos y especializaciones se van depositando en “roles” en la organización trasladándose de persona en persona hasta convertirse en un “campo de información” especializado (teoría de los campos morfogenéticos).

2. Definición de sistéma:

Ahora retomemos otro tema que tiene que ver con las historias que nos contamos y lo sistémico.  Nos es imposible recordar una foto nuestra de cuando teníamos 3 años, pero sobre ella tejemos un relato a partir de lo que nos cuentan tías, tíos, padres y abuelos, dándole un “sentido” a la imagen y a la historia (se denomina comunicación o imagen con un “sentido”).  De esta forma podemos definir un sistema por su composición:  elementos, comunicaciones o imágenes con “sentido”, y fronteras o límites.

3. Ahora introduzcamos el elemento del patrón sistémico: 

Los patrones sistémicos, trabajados en coaching sistémico y constelaciones empresariales, son mecanismos o dinámicas invisibles que cuando falta un elemento, un depositario de “una comunicación con sentido” (información) o se mueve una frontera, reacciona para que el sistema no corra peligro. Un patrón sistémico es un movimiento de supervivencia.

Dentro de estos patrones hay algunos que son muy frecuentes y causan mucha entropía en la cultura de las empresas:

  • Triangulación, cuando alguien (que no tiene las capacidades o el seniority) es atraído hacia un lugar (clave para la supervivencia de la organización) cuando queda este vacío.
  • Llevar la carga de otro, cuando se siente que una persona no puede con su función y otra persona con un puesto diferente hace también parte del trabajo de la otra.
  • El lugar maldito, que nadie puede llenar pues alguien se llevó consigo información o una “comunicación con sentido” clave. Este lugar quema literalmente a la persona que lo ejerza pues no logra llenar este vacío nunca.

De esta forma en un proceso de coaching sistémico individual o grupal se busca:

  • Reconocer los paradigmas que dirigen una organización.
  • Reconocer los principios rectores que fundaron la empresa o que dan una razón de ser a un área o departamento y ver cómo ordenan la empresa (aún por encima del organigrama)
  • Mapear las funciones de Hacer, Comunicar y Pensar. Ver su equilibrio.
  • Inventariar donde está depositado un paradigma que ya no funciona
  • Descubrir los patrones sistémicos responsables de la entropía en la empresa.
  • Contar una nueva historia que mire al futuro y no salvaguarde (sin necesidad) el pasado

La inteligencia sistémica va más allá de las personas. No busca culpables. Se centra en encontrar desordenes entrópicos y en desarticular patrones sistémicos que fueron útiles pero ya no lo son más.

 El pensamiento sistémico permite sacar el máximo potencial del talento de las personas, al liberar paradigmas útiles en el pasado y que ya no generan recursos para enamorar el futuro que emerge.