El paso de Mourinho como director técnico de varios equipos de fútbol de la élite mundial ha creado lo que ya se denomina el «síndrome de la tercera temporada».

Su estilo de liderazgo nos ofrece la posibilidad de reflexionar para obtener lecciones de donde NO poner el acento con el fin de construir equipos más sostenibles en el tiempo a pesar de la tiranía de los resultados de corto plazo que existe el entorno VUCA. (ver VUCA en anteriores posts deste blog). Algunas reflexiones:

–  Los resultados en el corto plazo son «garantizados» muchas veces por líderes que ejercen un fuerte liderazgo anclado en el miedo, en la amenaza

– Los colaboradores encuentran algunas veces atractivo este liderazgo pues encuentran muy definidamente «lo que hay que hacer» y ven los resultados de forma inmediata. También encuentran en la mirada del líder una posibilidad de progreso muy rápida como contraprestación a un esfuerzo personal a veces descomunal

– La relación que prevalece es la vertical.  Se inhibe casi cualquier atisbo de relaciones horizontales que lleven a la colaboración.

– El foco está en el líder y se pierde la perspectiva de la organización.  Los resultados son capitalizados por el líder, no alimentan necesariamente la organización

Los resultados a partir de la tercera temporada:

– Colaboradores con síndromes de estrés

– Creatividad en horas bajas para enfrentar malos resultados

– La organización se debe replantear un nuevo enfoque y llamar a un nuevo líder para realizar una dura transición

– El cliente queda muchas veces dividido entre la imagen del líder que lo atendia y la organización (en este caso el club) que le continuará prestando servicios.  La organización es más débil.

¿Y…cómo es tu tercera temporada?