El conocimiento que nunca te llegará por la Inteligencia Artificial

El conocimiento que nunca te llegará por la Inteligencia Artificial

El conocimiento que nunca te llegará por la Inteligencia Artificial 

La inteligencia artificial ha llegado para quedarse. La pregunta que aparece es ¿Cuál es el valor que podemos agregar las personas cuando trabajamos en un proyecto o en un equipo? 

Los filósofos griegos crearon las escuelas que aún hoy han dado origen al funcionamiento de la ciencia, las formas de gobierno y la religión cristiana. Durante 100 años configuraron el escenario más influente de la cultura occidental hasta nuestros días. Sócrates creo un método, al cual denominó (probablemente evocando a su madre partera) “mayéutica”, es decir, lograr que el interlocutor descubra sus propias verdades. Su discípulo Platón creó la “Academia” (387-347 A.C.) en el parque próximo a Atenas, en honor del héroe mítico Academo y su discípulo Aristóteles en la última etapa de su vida, fundó el “Liceo” en Atenas, donde enseñó hasta un año antes de su muerte. 

Filosofía y pedagogía 

Utilizaré la Inteligencia artificial para definir filosofía y pedagogía: la filosofía es, según su etimología, el amor a la sabiduría (viene del griego filos: amor y sophia: sabiduría); es el estudio de problemáticas diversas como son el conocimiento, la mente, la consciencia, la ética, el lenguaje, la belleza, la moral. El origen de la pedagogía se remonta a la Antigua Grecia. Etimológicamente, deriva del griego “paidos” que significa niño y “agein” que significa guiar, conducir. Es decir, podemos hablar que ambas son un camino, una forma de caminar por la Vida en todas sus manifestaciones.  

El énfasis del conocimiento griego estaba en la combinación de lo que hoy llamamos “hard skills” (vulgarmente competencias) y “soft skills” (habilidades). Aquí introduzco el primer concepto de lo que me ocupa: la inteligencia artificial nos hace más competentes, pero no más hábiles.  

De hecho, Google, IBM y Microsoft son algunas de las compañías que cada vez están más interesadas en contratar filósofos, pero ¿cuál es la razón? Los filósofos son los seres humanos que se dedican a hacer las preguntas adecuadas, desarrollan el uso de la razón, la lógica, el análisis de los sistemas de pensamiento y se dedican a ver más allá de lo inmediato. Para ascender en una organización es ahora más importante “saber pensar” (soft skill), que ser erudito (hard skill). Estamos entonces hablando que es más importante hacerse buenas preguntas que tener muchas respuestas. Posiblemente es ahí donde radicará la innovación y la competitividad de las empresas.  

Emoción y aprendizaje 

El aprendizaje requiere de emoción (e-motion -energía y movimiento) para modificar un comportamiento, generar un insight, dar consistencia a lo novedoso. De lo contrario es rápidamente olvidado, de la misma manera que olvidamos las noticias que no logran impactarnos. Esto lo saben muy bien los productores de telediarios que presentan sus “news” con imágenes lo más impactantes posibles. Por esta razón, nos es muy fácil recordar qué hacíamos el 11 de septiembre del año de las torres gemelas, pero no puedes recordar que hiciste el último 11 de septiembre.  

Esto lo sabían también muy bien los grandes filósofos griegos quienes utilizaban el caminar, los banquetes y las celebraciones para filosofar. Aquí introduzco un segundo concepto: la inteligencia artificial logra muy poco impacto de aprendizaje pues carece en la mayoría de las veces de emoción.  

4 niveles de conocimiento 

El circuito de la inteligencia al interior de un equipo u organización, pasa primero por la información (datos y lectura) y luego la convertimos en procedimental (instrucciones y mapas).  Las dos anteriores son clave y están en el ámbito de lo que llamamos hard skills. La inteligencia artificial tiene un gran potencial es esta parte del proceso grupal del conocimiento.  

Posteriormente, un equipo requiere de la inteligencia experiencial, es decir, sucede con otros y en un contexto o proyecto específico; es lo que aprendemos de interactuar con la realidad, no con los datos. Y finalmente aparece la inteligencia más valiosa de todas: el conocimiento colaborativo, en donde aparece el conocimiento espontáneo, el aporte conectado con un propósito que va más allá del grupo. Aparece la genialidad, la jugada colectiva que no estaba en el manual y que va más allá de las hard skills. Es lo que llamamos soft skill en lo individual, e inteligencia colectiva en lo grupal. Allí la inteligencia artificial no podrá otorgarte prácticamente ningún conocimiento.  Aquí introduzco el tercer concepto: la inteligencia artificial no reemplazará el conocimiento colaborativo. Nos puede hacer más competentes de forma individual, pero sin el grupo, en y con el grupo, nos quedaremos posiblemente siempre un escalón por debajo respecto de la sabiduría. La inteligencia artificial nos hará predecibles, aportará poco a nuestra autoconciencia y quizás nos deje sin el conocimiento para lo realmente importante: lo que nos ha hecho humanos desde hace 800.000 años.   

«El que conoce lo exterior es erudito,
el que se conoce a sí mismo es sabio,
el que conquista a los demás es poderoso,
y el que se conquista a sí mismo es invencible» (Lao-Tsé)